Domingo 12 de Junio de 2016 – La Nación

SE PREVÉ SUBIR LA BASE Y REDUCIR LA ALÍCUOTA DE BIENES PERSONALES

El proyecto de ley del Poder Ejecutivo que el jueves tuvo dictamen de comisión en Diputados contempla -entre otros temas- un alivio del peso del impuesto a los bienes personales para los próximos años.

Se busca disponer que a partir de las declaraciones referidas al patrimonio de este año (que se hacen en 2017) queden alcanzados quienes tengan bienes gravados por 800.000 pesos o más; la cifra sube a 950.000 y a 1.050.000 pesos para los dos años siguientes, respectivamente. Hasta ahora, se tributa desde la tenencia de bienes gravados cuya valuación sume $ 305.000.

Habría alícuotas decrecientes (del 0,75, 0,50 y 0,25% en cada año) y se haría una modificación no menor: se dejaría de tributar sobre el total del monto declarado y, en cambio, el porcentaje de la alícuota se calcularía sobre el excedente de las cifras mencionadas en el párrafo anterior. Más aún: el impuesto no se les cobraría a quienes hayan cumplido en forma completa con sus deberes de contribuyentes en los dos últimos años.

"Creo correcto actualizar los mínimos", opina Marcelo Capello, economista del Ieral, quien considera que no era acertada la propuesta original del Gobierno, que incluía la eliminación del impuesto para 2019 (ese punto fue modificado en el Congreso).

Tampoco el ex presidente del Banco Central Javier González Fraga veía con buenos ojos esa idea. "Tenemos una bajísima tasa de imposición sobre patrimonios, que constituye una herramienta muy eficiente para combatir la desigualdad; no entiendo por qué eliminar el impuesto a los bienes personales, aunque entiendo que deberían actualizarse las valuaciones y reducir las tasas aplicadas", afirma el economista, para quien en el país hay "un peso excesivo de los impuestos sobre transacciones" y "una adecuada recaudación en los impuestos sobre ganancias" aun cuando existen casos de elusión y exenciones que deberían revisarse.

Un dato que no escapa al análisis, advierte Guillermo Poch, socio de la consultora BDO, es que los cambios propuestos en Bienes Personales actúan en función de seducir para el blanqueo de capitales incluido en el proyecto de ley. Andrés Mir, del Iaraf, coincide con la apreciación y dice que con la actualización de montos el proyecto se queda corto: "Debería ser de $ 1,5 millones para que se mantenga el valor real de cuando empezó a cobrarse el impuesto", comenta.

Para el tributarista César Litvin, la baja participación que tiene el tributo en la recaudación total es un elemento por el que no veía mal la propuesta de eliminación. Claro que la discusión que vendría después sería por algún reemplazo. "Yo pondría un impuesto al patrimonio neto, con una escala progresiva", expresa Litvin. La diferencia con el actual esquema sería que -salvo los créditos para vivienda- ahora no se descuentan las deudas que tiene el contribuyente