Si se mantiene el superávit primario del año 2024, la baja de impuestos nacionales del año 2025 exige que el gasto primario baje 1,2 puntos porcentuales del PBI. Si se agrega una posible caída de ingresos no tributarios, el gasto debería bajar 1,5 p.p.

El juego de suma cero de la coparticipación secundaria. En los últimos 10 años, CABA y Buenos Aires fueron las únicas ganadoras y La Rioja la que más perdió.

Debido a la recaudación del impuesto a los Bienes Personales, en septiembre las transferencias nacionales automáticas totales habrían caído un 10% real interanual. Si se quita del análisis a la recaudación de este impuesto, la suba es del orden del 1,8%

  1. Dada una posible caída del 1% del PBI del ingreso total, para sostener un superávit primario de 1,5% del PBI, el gasto primario nacional real debería mantenerse constante, bajando 0,75% del PBI en 2025. El posible impacto de eliminación temporal DEX
  2. Reducción total temporaria de derechos de exportación a cereales y oleaginosas. El costo fiscal neto para nación sería de entre 0,23% y 0,26% del PBI. Lo imputable para los próximos 4 meses de 2025 sería de 0,14% del PBI
  3. Proyecto de presupuesto 2026: La presión tributaria nacional efectiva descendería 1,2 puntos porcentuales del PBI durante 2025. La disminución de la recaudación por baja de impuestos se estima que sería de 1,4% del PBI
  4. Con baja real interanual de gasto superior a la baja de ingresos, en agosto volvió a subir el superávit fiscal del gobierno nacional. El superávit primario acumulado en los primeros ocho meses sería de 1,3% del PBI y el fiscal de 0,4% del PBI.