A raíz de la sequía, el gobierno y el FMI de manera rápida deberían adaptar la meta fiscal de 1,9% del PIB acordada para 2023, dejándola al menos en 2,4% del PIB. Sería consistente con la adaptación de la meta de reservas netas del BCRA
Una importante sequía afecta a nuestro país. Dado esto, lo primero que resulta necesario comprender son sus principales efectos económicos. En el diagrama adjunto puede apreciarse que este fenómeno tiene como efecto directo una reducción de las toneladas cosechadas, lo que repercute sobre todas las actividades relacionadas. Al ser menor la cosecha, también va a ser menor la exportación de materias primas y derivados y, por ende, menor la oferta de dólares. Al exportar menos, dado que Argentina cobra derechos de exportación, también va a caer su recaudación. Y, por efecto directo e indirecto, también se va a recaudar menos de impuesto a las ganancias, de impuesto al cheque y de otros impuestos, de los tres niveles de gobierno.