Cuentas públicas nacionales de julio de 2023:

Sin sequía, el déficit primario de los primeros siete meses del año hubiera sido inferior al de igual periodo de 2022. De un déficit de 1,06% del PIB, se hubiera pasado como máximo a 0,72% del PIB.

En los primeros siete meses del año el gobierno redujo el nivel del gasto público de manera importante, pero no le alcanzó para compensar la pérdida de recaudación derivada de la sequía. En efecto, tuvo un déficit primario de 1,27% del PIB, cuando el año pasado en igual periodo había tenido uno de 1,06% del PIB. Es decir que aumentó el déficit en 0,21 puntos porcentuales del PIB, a pesar que el gasto primario bajó en 0,56 puntos porcentuales del PIB. Los ingresos cayeron en 0,77 puntos porcentuales del PIB.

Dado esto, resulta interesante calcular el nivel de déficit, eliminando la caída de ingresos por sequía, aunque dejando igual el nivel de gasto. Al hacer estos supuestos, se tiene que el déficit primario hubiese sido de 0,72% del PIB. Es decir, sin sequía el déficit podría haberse reducido en 0,34 p.p. del PIB respecto al año 2022.