Este estudio presenta una estimación y un análisis del impuesto inflacionario en Argentina durante los últimos ocho años, junto con una proyección para 2025 y 2026.

El impuesto inflacionario es la pérdida de poder adquisitivo del dinero líquido que poseen los agentes económicos, entre ellos los consumidores y las empresas. La base imponible del impuesto es la cantidad de dinero líquido, usualmente medido a través del agregado monetario M2 privado, y la alícuota es la tasa de inflación del periodo que se quiera analizar.

Si se analiza la recaudación del impuesto inflacionario desde el año 2017 en adelante, se puede apreciar que fue creciendo, hasta llegar a máximos en los años 2023 y 2024. No obstante, dada una baja de la inflación promedio anual desde el 220% en 2024 al 42% en 2025 y un aumento de M2 privado equivalente a 0,3 puntos porcentuales del PBI entre ambos años, la recaudación del impuesto inflacionario puede llegar a bajar 2,6 puntos porcentuales del PBI durante 2025, terminando el año en 2,1% del PBI.

La reducción de 2,6 puntos porcentuales del PBI de impuesto inflacionario constituiría la principal baja impositiva del año 2025, seguida en segundo lugar por la desaparición de impuesto PAIS, que tuvo una recaudación de 1,07% del PBI durante el año 2024.

Además, si se utiliza como supuesto un M2 privado constante en términos del PBI, el impuesto inflacionario en 2026 podría ser equivalente a 1,4% del PBI, descendiendo 0,7 p.p. del PBI respecto a 2025.