El impacto del paquete de medidas compensatorias de la devaluación en el peso relativo del gasto, depende de la reacción de los precios en estos meses.

Según fuentes oficiales, el costo directo de este paquete rondaría los $700.000 millones, es decir 0,4% del PIB.
Si luego de la reciente devaluación del peso, la inflación mantuviera la proyección que traía antes, se produciría un aumento del gasto de 0,3% en términos del PIB en el segundo semestre, imputando únicamente el gasto incremental correspondiente. Es decir que pasaría del 12% del PIB al 12,3% del PIB. En este caso el gobierno debería financiar genuinamente este incremento, para evitar un incumplimiento con la meta de déficit. Si luego de la reciente devaluación del peso, la inflación subiera hasta un 154% anual, el gasto en términos del PIB sería del 12% en el segundo semestre, no registrándose cambios respecto al escenario sin medidas.