La realidad que tuvo el año 2024 fue el de una significativa reducción del gasto nacional, provincial y municipal, permitiendo eliminar el déficit a nivel nacional y sostener el equilibrio a nivel provincial. De ahora en más, si se quieren bajar o eliminar impuestos, financiados con menor gasto público, se requiere transitar un camino con coordinación de los tres niveles de gobierno, de modo tal que la baja del peso relativo del gasto en la economía permita financiar la baja de la presión tributaria. Por lo tanto, este estudio se concentra en cuantificar, dada una regla fiscal aplicable al gasto y a los ingresos, el espacio fiscal posible para la eliminación de los tributos más distorsivos que existen en Argentina.
Dado un crecimiento real de ingresos fiscales igual al crecimiento de la economía, un aumento posible del gasto público real consolidado igual al crecimiento poblacional, dejaría un margen para la eliminación de tributos.
Bajo el supuesto de crecimiento del 5% real anual, en el año 2034 el gasto consolidado sería de 25% del PBI, que es el objetivo del Pacto de Mayo. Este peso relativo del gasto público consolidado, posibilitaría la eliminación gradual de tributos, llegando a ese año sin la existencia de derechos de exportación, impuesto al cheque, ingresos brutos, impuesto a los sellos y TISH municipal. Se requieren nueve años para lograr este objetivo, dada la regla fiscal planteada.
En los otros escenarios de crecimiento, del 3% y 4% anual, obviamente el espacio fiscal que se genera es menor. En el primer caso se requieren 18 años y en el segundo caso 12 años, para la eliminación de los cinco tributos argentinos más distorsivos.