Freno a la creación de puestos asalariados, mientras crece el autoempleo

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La desaceleración en la tasa de crecimiento del empleo se ha observado desde hace trimestres, pero los datos del primer trimestre del año 2013 dan cuenta de una  novedad no menor: ha disminuido tanto el número de trabajadores formales como el número de trabajadores informales. Se trata de una destrucción neta de puestos de trabajos asalariados. Esta caída se da a pesar de la creación de empleo que está realizando el sector público, sobre todo a nivel provincial, que evidentemente trata de compensar los problemas laborales.

Si a esta información se la vincula con el aumento en el número de desocupados,  la creación de puestos de trabajo en este contexto -aunque muy baja- parece una paradoja.

Un análisis más detallado de la información sugiere que el desplazamiento de trabajadores asalariados ha dado lugar a un incremento en el número de trabajadores que se desempeñan como autónomos. Este aumento sensible del cuentapropismo puede deberse a que empresas debieron ajustar a la baja sus nóminas de personal, dando lugar al resurgimiento de formas precarias de contratación de servicios, como una manera de controlar sus crecientes costos frente a un escenario de clara desaceleración económica y con incertidumbre generalizada.

 

  1. La evolución del empleo

El mercado laboral viene observando desde un tiempo una clara tendencia decreciente en la creación de empleo. Esto se debe a que las claras  mejoras de este indicador que se concentraron en el período de 2003 a 2006 estuvieron impulsadas por la fuerte caída del costo laboral tras la devaluación de 2002, y por la existencia, a la salida de la crisis, de una amplia capacidad ociosa en la estructura productiva, que permitió contrataciones sin necesidad de grandes inversiones. Sendos factores se han agotado: la ganancia en competitividad salarial se ha erosionado sensiblemente – debido a que el costo laboral en dólares ya supera el nivel previo a la devaluación-, y la utilización de la capacidad instalada en la industria se encuentra en niveles elevados, de alrededor del 75%.

Si se observa el aumento en el empleo en los primeros trimestres de cada año (Gráfico 1), se advierte cómo cada vez aumentan menos los puestos de trabajo: mientras que en el año 2007 se crearon interanualmente aproximadamente unos 500 mil puestos, en el 2008 y 2009 la creación fue de unos 280 mil puestos. El año 2011 la misma fue de 240 mil, creación que cayó a la mitad en el año 2012 (130 mil). En el I trimestre del 2013 esta creación fue de sólo 50 mil puestos.

Gráfico 1. Empleo  en el I trimestre de cada año

grafico1

Fuente: Elaboración propia sobre la base de INDEC.

Analizando uno de los componentes más importantes del empleo, el empleo registrado, se puede advertir (Gráfico 2) la importante disminución que ha habido en el empleo registrado en el último año (un 5%). Vale decir, en el último año se han destruido unos 380 mil puestos formales, lo que para la economía representa una clara señal de alerta en materia económica. 

Gráfico 2. Tasa de variación interanual del empleo registrado

grafico2

Fuente: Elaboración propia sobre la base de MECON.

Es importante considerar que esta caída se ha verificado a pesar de la importante participación que ha tenido en los últimos meses el Estado en la creación de empleo.

  1. La informalidad laboral

En el total de aglomerados urbanos el número de informales ha disminuido en el primer trimestre del año con respecto al año anterior. Estos números deben ser analizados con cautela. La caída en el empleo formal conjugada con una caída en el número de informales implica que ha disminuido como un todo el número de personas asalariadas. Un claro empeoramiento en el mercado laboral de los aglomerados urbanos.


La situación hasta aquí descripta es bastante particular. Por un lado, se observa que el total de empleo sigue creciendo interanualmente –aunque a tasa decreciente-, mientras que los componentes más importantes del mismo, el empleo asalariado formal y el empleo asalariado informal, disminuye interanualmente.  La respuesta a esta aparente contradicción se encuentra  en el comportamiento de una categoría de ocupados que no ha sido incluida en el análisis: los autónomos.

Gráfico 3. Variación interanual en el número de ocupados, según tipo de empleo

Total de aglomerados urbanos

grafico3-1

Gran Córdoba

grafico3-2

 

 Según se observa en el Gráfico 3, a pesar que interanualmente el número de ocupados ha aumentado (véase el gráfico a la derecha), si se analiza la descomposición por tipo de empleo, se observa que ha disminuido el empleo informal y el empleo formal, y ha aumentado en el empleo de autónomos. Es decir que el aumento interanual en el empleo obedece a que la caída en el número de asalariados ha sido compensada por un aumento en el número de autónomos que hay en la economía.

En algunas regiones la situación es un poco diferente. En el caso del Gran Córdoba, el modesto aumento en el empleo obedece a un aumento en el número de informales que ha compensado la caída en el número de autónomos y de empleados formales que ha existido en la economía cordobesa. 

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